lunes, 19 de noviembre de 2007

EL CUERPO DEL HOMO ROCKERUS


Aproveché el recital de La Renga del sábado 17/11 en el Autódromo, para analizar el cuerpo del fan de rock. Pude tomar distancia, al no ser fanática, así que entre tema y tema fui craneando este pequeña delicia de la vida musical, podríamos decir. Me voy a encargar solamente de los hombres, porque es lo que consumo. Conté con una muestra más qus satisfactoria, ya que el recital fue presenciado por aproximadamente 90.000 personas, según rumores que corren por la web, de los cuales, a ojímetro puedo decir que 60.000 eran de sexo masculino. Gracias al calor y a la exaltacion rockera, pocos machotes soportaron la ropa sobre la piel, lo que facilitó ampliamente el estudio (o quizás fue el disparador, ya no me acuerdo).


Obtuve las siguientes conclusiones: Estéticamente, la cultura rock ha hecho estragos con los cuerpecillos otrora atléticos de los jóvenes, la pancita de vino y cerverza es el boom de la temporada, la usan todos. No se confundan, no lo digo desde una postura esteticista, frívola y hueca. Es un análisis objetivo que sólo procura informar a la platea femenina. Personalmente prefiero los vestigios grasos de un par de borracheras que la belleza ambigua, depilada y compacta de gimnasio (Aclaro que odio las generalizaciones, pero a los fines humorísticos las exploto).


Pero lo que es mas asombroso aún, son los extremos que pude comprobar. De las pancitas descriptas, pasábamos, sin escalas, salvo contadas excepciones, a la anorexia (leáse consumo indiscriminado de drogas) arruinada a lo Charly García. Esos flacos raquitícos orbitaban en su mambo por el autódromo, buscando quien sabe que quimera, luciendo sus ojos perdidos y porque no alegres también, pero anestesiados (opínión arbitraria y ridícula de una simple observadora).

GRACIAS POR LAS ARMAS, JULIO


Armas secretas, disparos disfrazados. Surge la noche espesa, presagio de tragedia. La cobarde marioneta del Rey acecha al inocente. Haces de luz de luna iluminan levemente el escenario. El perseguidor impaciente rastrea sin descanso. Tras unos árboles, protectores momentáneos, aguarda gimiendo el acusado, con el corazón palpitando al compás del miedo. El verdugo, con orgulloso porte, ignora la injusticia que se acerca. Su búsqueda implacable triunfa a la medianoche. Víctima y asesino encuentran sus miradas. Uno, con valiente tristeza. El otro, con el desdén de los que desconocen la grandeza de su traición. El disparo, camuflado en la justicia y el honor, vence la trinchera de piel y carne. El honorable caballero se desploma inevitablemente, las manos contra el pecho, intentando detener el dolor, la sangre, el final. Fue entonces cuando pudo comprender la magnitud de su error. De la tierra cansada de cosechas y batallas, asomaron verdes cabellos angelicales. Luego las pálidas frentes y varios pares de ojos de raro brillar; la luz natural que emergía de ellos le recordaba esos amaneceres rosados, que aunque cotidianos y hasta similares, no perdían jamás su bella perfección. Finalmente se mostraron íntegros sus cuerpecitos desnudos, de extraño color dorado, matizados por unas mejillas levemente anaranjadas. Los ángeles rodearon el cuerpo, ya sin latidos y lo elevaron como si fuera algodón entre sus delicadas manos brillantes, regresando a su desconocida morada. El verdugo, desconsolado y conciente de la fatalidad, comenzó a llorar lágrimas anhelantes de perdones, copiosas gotas de sincero pero inútil arrepentimiento.

CANSANCIO


¿Cansancio de qué? De nada. Horrible. Peor imposible. Cuánto mejor cansarse de algo y no… la más absoluta inmovilidad. El tiempo derrochado, mal vendido, regalado, en fin, ¡No usado!!
Y el nuevo que tanto tarda, que como siempre que se le espera va y se atrasa. Irónico malvado. Para cuando llega ya lo gasté por adelantado. En segundos se me escurren tantos años.
Por consuelo queda el archivado. No vendido ni prestado. Menos regalado. Ni mal ni bien, tan solo usado. El vivido, el soñado, el reído, el llorado, el amado, el odiado, el invertido, el malgastado, el jugado, el leído, el escrito, el tirado, el conocido y el extraño, el que encontré y el buscado, el compartido, el solo mío, el que era tuyo y te robé con descaro. El que nunca recuerdo y el que siempre extraño.

lunes, 12 de noviembre de 2007

LIGERAMENTE EMBARAZADA (KNOCKED UP)

Que bella sorpresa haberme encontrado con una comedia divertida, inteligente, y tierna. Original, aunque narrativamente clásica. Respeta los requisitos básicos: Un bueno guión, ritmo, y un grupo de personajes delirantes, pero no demasiado, para poder creernos el cuentito. Para una enfermita del cine como yo, es el género mas difícil para complacerme, no es fácil hacerme reír, pero que placer cuando lo logran. No paré, fueron dos horas de risa desaforada, llegué incluso a ahogarme en unos deliciosos nachos con salsa de queso fundido, que casi me sofocan en una carcajada.
Del mismo director de Virgen a los 40, que estaba bastante buena también, pero en este caso ganó en realismo y credibilidad, ya que el tópico es horrorosamente cercano y posible para cualquiera.
Resumen (robado de internet): Allison Scott (Katherine Heigl) es una periodista de 24 años con una brillante carrera. Por desgracia, después de una noche de copas y sexo con el vago de Ben Stone (Seth Rogen), descubre que está embarazada. La joven pareja no sabe qué hacer. ¿Deben criar al bebé juntos? ¿Cómo se llega a un feliz compañerismo de por vida? Después de unas cuantas copas y de una noche loca, les quedan nueve meses para decidirlo. En esta dirección pueden ver el trailer http://www.youtube.com/watch?v=-F6YTdGWxLY

ESCRITURA AUTOMATICA




En un recuerdo desatado, se apareció ante mí un bosque desolado, el verde follaje de sus árboles y la corteza legendaria de sus troncos eternos; con uñas y dientes me defendí de la memoria, la hormiga de mi vergüenza se abalanzó sobre mis ojos, me picó, y el perro mordió su herida, con la dulzura del que ignora su destino, relamiéndose con el vaso de agua cristalina que le entregaba mi inocencia. El líquido claro y conocido se metió por sus venas y lo llenó de vida. En el sótano de mi inconciencia todo era un extraño sueño de oscuros recuerdos, desagradables sentimientos. Caí en mi propia trampa al creer que lograría olvidarlo. Fui totalmente ingenua y la araña me enredó con sus hilos pegajosos y atrapantes; la bisagra que habría mi corazón y mi cerebro estaba rota. Con los muslos lastimados de estar sentada en ese bosque, me dispuse a morir. Mirar al futuro era imposible, ya no había nada, ni gestos dulces, ni gestos amargos que los pájaros enviaran hacia mí. El fuego que aún ardía en el crepúsculo acecha, y termina mi sufrimiento con su calor.


jueves, 8 de noviembre de 2007

SOPITA NO QUIERO MAMA


Asqueroso hedor emanabas aquel día. Sucio de traición oíste su corazón agitado, sintiendo que el ímpetu desaforado de sus latidos acabaría con atravesar el límite del pecho. El presagio fantástico finalmente sucedió y el órgano vital abrió una puerta de carne destrozada y sangre caliente. Fue repugnante esa lluvia de tejido humano que bañó tu rostro y ahogó tu garganta enmudecida por esa sopa ensangrentada.

sábado, 3 de noviembre de 2007

BEBE DE MI Y VIVIRAS PARA SIEMPRE




Caminaba aburridamente por Cerrito, maldiciendo haberme olvidado el libro de que me hacía compañía en el presente. Me esperaba un largo viaje de regreso al oeste bonaerense, así que necesitaba una urgente adquisición. De pronto, diviso un puesto de diarios, de esos avejentados y oscuros, llenos de libros embolsados en nylon y amarillentos por el sol. Conformando a mi flojo presupuesto, consigo un ejemplar de "Entrevista con el Vampiro" de Anne Rice, por la módica suma de $ 6. No tenía precisamente curiosidad por la autora en cuestión, pero la temática gótica, de terror, y la angustia que para mí significa el concepto de vida eterna (aunque es igualmente aterradora la certeza de mortalidad), me convencieron.
Respecto de la famosa versión fílmica de la novela con Pitt, Cruise y Dunst, la recordaba lo suficiente como para que los personajes tengan sus rasgos en mi cabeza, pero no así la historia, ya que en realidad había pasado totalmente desapercibida para mí. Sólo el impacto visual había perdurado, la belleza del angustiado Louis de Brad Pitt, la repulsión de Lestat con un Tom Cruise afeado, y sobre todo el mix de inocencia/perversión de la entonces niña Kirsten Dunst.


Con tal prolegómeno me hundí en esa lectura de transporte urbano, y no demoré mucho, a pesar de sus cerca de quinientas páginas, por su vocabulario simple y ágil. Me pareció un excelente entretenimiento, un libro que sin enredarme en mis divagues existenciales favoritos, ni complicarme con los términos herméticos que también adoro, está muy bien escrito y tiene una melancolía y tristeza angustiosa, al alegir como personaje a identificarse por el lector a Louis de Pointe du Lac.


A través de su historia Rice deja atrás viejos mitos como el ajo o la estaca, y detalla a un vampiro humano que sufre, siente y le duele matar; que es sensible, inteligente y también vulnerable; pero lo que es más sorprendente, lo que abre una gran enfoque en el relato, es que vuelve al vampiro ateo, dueño de nadie sino de sí mismo, lo que antes era satánico ahora no es de nadie. El conflicto y análisis religioso de los personajes es constante y fundamental en la historia.


En conclusión, no es de esos libros fundamentales de lectura obligatoria, pero es un digno e imaginativo entretenimiento.