"Come back. Come back to me"
Para empezar, una descarga físicamente necesaria: Odio a los traductores de los títulos, y jamás voy a entender, y perdonar las masacres linguisticas que generan muchas veces. Estamos frente a un ejemplo más que elocuente. En inglés la peli se llama Atonement, que en castellano es expiación. Hasta ahí íbamos bien, pero por qué motivo efectista y anti-poético le agregan deseo y pecado? El título acompaña perfectamente al argumento, y las palabras deseo y pecado, y que juntas son el colmo de lo trillado, no agregan nada.
Suficiente. Ahora lo importante. Expiación es una adaptación de un libro de Ian McEwan, que relata una drama romántico, que transcurre antes y durante la Segunda Guerra Mundial. En su género es excelente. Muy bien actuada, y técnicamente impecable, lo que incluye un plano secuencia de cinco minutos sin cortes con miles de extras.
Es también una historia sobre lo subjetivo de las miradas, y las confusiones que se generan cuando una persona (en este caso una niña con una imaginación creativa) presencia situaciones que no puede entender y les otorga un significado que no es el real. Esa mala interpretación separa a los amantes y torna trágico un romance incipiente, teniendo en cuenta que todo el conflicto se desata en un sólo día.
Los actores principales: James McAvoy y Keira Knightley, tienen la química necesaria para que nos conectemos con su historia. Keira prácticamente no actúa personajes contemporáneos, así que la mirada está muy acostumbrada a verla vestida de época.La niña Saoirse Ronan está muy bien elegida, manteniendo la inocencia de sus trece años, pero con suficiente oscuridad como para odiarla un poquito sin culpa. Igualmente Romola Garai, que interpreta el mismo personaje a sus dieciocho años.
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