LA FUENTE DE LA VIDA (The Fountain)

Que se puede decir de esta nueva creación de Darron Aronofsky, el director de Pi y Réquiem para un sueño. Originales intenciones iniciales, lamentablemente no concretadas durante el transcurso de la película, más por sus excesos que por sus faltas. Es demasiado grandilocuente, hubiera ganado más en la sencillez.

Resumen: Un médico/científico, interpretado por Hugh Jackman busca desesperadamente una cura contra la muerte, una enfermedad como cualquier otra para él, a raíz del tumor que aqueja a su mujer, Rachel Weisz. Por un lado, tenemos la obsesión de él por vencer a la muerte, y por el otro, la serenidad de ella por aceptar lo que le toca. Se muestran tres momentos temporales, la España de la época de la Conquista, en la cual un alter ego del personaje de Jackman persigue el árbol de la vida, dentro de la cultura maya, para ofrendarselo a su Reina, todo ello relatado por Weisz en un manuscrito, la etapa actual más realista, y un futuro onírico y ampuloso, en el cual Hugh, devenido en un astronauta new age intenta transportar el alma de su amor (resguardada en un árbol?) a una estrella, para que pueda renacer. Los tres tiempos se muestran paralelamente.

Lo peor: Pretenciosa al extremo. Muy cargada, bellisimas pero demasiadas imagenes deslumbrantes, enredada.

Lo mejor: La fotografía, y las actuaciones. El argumento, si logramos quitarle todo lo que le tiraron encima, es una bella reflexión sobre la muerte y su aceptación, la posibilidad de la inmortalidad y el amor.