Una peli de Daniel Burman. Con el inefable Daniel Hendler y el "IMPRESIONANTE" Arturo Goetz.
Ariel Perelman es un abogado que trabaja para la Justicia en el ámbito público (Es defensor oficial) de treinta y pico, casado y con un hijo de dos años y medio, llamado Gastón. Parece incómodo tanto en su rol como padre como en su rol como hijo. Perelman padre también es abogado, pero de estilo marcadamente diferente, con Estudio Jurídico propio, con un despacho vacío que espera por su hijo.
El film es un enfoque real, aunque no costumbrista, sentido, tierno, pero con una mirada marcadamente masculina (si la dicotomía femenino-masculino aún existe) de los vínculos familiares.
Para los que conocen el paño, está muy bien reflejado el ambiente legal.
Burman abandona casi totalmente el tópico judeo cristiano, pero sigue enfocándose en los vínculos familiares, especialmente entre padres e hijos.
La dirección de actores es excelente: Lo mejorcito, Arturo Goetz, Daniel Hendler siempre bien, Julieta Díaz y Adriana Aizemberg están perfectas, en dos personajes que no tienen quizás escenas de lucimiento, porque no es necesario para la historia. El enfoque esta sobre los varones. Un capítulo aparte merece el niño que interpreta a Gastón, Eloy Burman, hijo del dire, que descolla con expresiones mínimas pero alucinantes.
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