Es una comedia de Frank Oz, director de Es o no es, La tiendita del horror, que transcurre durante un funeral. El argumento: Durante un funeral, se suceden una serie de situaciones familiares, matizadas por el humor negro, cierta escatología (que al transcurrir en un ambiente británico creo que pasa más desapercibida), y un ritmo de vodevil con un elenco coral, reunidos por la desgracia de la muerte. Empieza con algo de realismo y el humor amargo de sentirse identificado con la dinámica familiar que muestra, para paulatinamente detonar en una comedia mucho más inverosímil y exagerada. Actuada con sobriedad por actores british casi desconocidos en estas pampas.
Crítica: Muy bien actuada, filmada, y con un guión aceitado. Pero tenía demasiadas expectativas, y no sentí que estuvo a la altura. Digamos que no me reí tanto como me prometieron que me iba a reír.
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