martes, 18 de diciembre de 2007

LA OVEJA NEGRA, DE ITALO CALVINO.

Erase un país donde todos eran ladrones. Por la noche, cada uno de los habitantes salía con una ganzúa y una linterna para ir a saquear la casa de un vecino. Al regresar al alba, cargado, encontraba su casa desvalijada.Y todos vivían en concordia y sin daño, porque uno robaba al otro y este a otro y así sucesivamente, hasta llegar al último que robaba al primero.En aquel país, el comercio, sólo se practicaba en forma de embollo, tanto por parte del que vendía como del que compraba. El gobierno era una asociación creada para delinquir en perjuicio de los súbditos, y por su lado los súbditos sólo pensaban en defraudar al gobierno. La vida transcurría sin tropiezos, y no había ni ricos ni pobres. Pero he aquí, no se sabe cómo, apareció en el país un hombre honrado. Por la noche, en lugar de salir con la bolsa y la linterna, se quedaba en la casa fumando y leyendo novelas. Llegaban los ladrones, veían la luz encendida y no subían. Esto duró un tiempo; después hubo que darle a entender que si él quería vivir sin hacer nada, no era una buena razón para no dejar hacer a los demás. Cada noche que pasaba en casa, era una familia que no comía al día siguiente. Frente a estas razones, el hombre honrado no podía oponerse. También él empezó a salir por la noche para regresar al alba, pero no iba a robar. Era honrado, no había nada que hacer. Iba hasta el puente y se quedaba mirando pasar el agua. Volvía a casa y la encontraba saqueada. En menos de una semana el hombre honrado se encontró si un céntimo, sin tener qué comer, con la casa vacía. Pero hasta ahí no había nada que decir, porque era culpa suya; lo malo era que de ese modo suyo de proceder nacía un gran desorden. Porque él se dejaba robar todo y entre tanto no robaba a nadie; de modo que había siempre alguien que al regresar al alba encontraba su casa intacta: la casa que él hubiera debido desvalijar. El hecho es que al cabo de un tiempo, los que no eran robados, llegaron a ser más ricos que los otros y no quisieron seguir robando. Y por otro lado, los que iban a robar a la casa del hombre honrado, la encontraban siempre vacía; de modo que se volvían pobres. Entre tanto, los que se habían vuelto ricos, se acostumbraron a ir también al puente por la noche a ver correr el agua. Esto aumentó la confusión, porque hubo muchos otros que se hicieron ricos y muchos otros que se volvieron pobres. Pero los ricos vieron que, yendo de noche al puente, al cabo de un tiempo se volverían pobres. Y pensaron: "Paguemos a los pobres para que vayan a robar por nuestra cuenta". Se firmaron contratos, se establecieron salarios, los porcentajes: Naturalmente, eran ladrones y siempre trataban de engañarse unos a otros. Pero como suele suceder, los ricos se hacían cada vez mas ricos y los pobres, cada vez más pobres. Había ricos tan ricos que ya no tenían necesidad de robar o de hacer robar para seguir siendo ricos. Pero si dejaban de robar se volvían pobres porque los pobres les robaban. Entonces pagaron a los más pobres de los pobres, para defender de los otros pobres sus propias casas, y así fue como instituyeron a la policía y construyeron las cárceles. De esa manera, pocos años después del advenimiento del hombre honrado, ya no se hablaba de robar o de ser robados sino sólo de ricos y pobres; y sin embargo todos seguían siendo ladrones. Honrado sólo había habido aquel fulano, y no tardó en morirse de hambre.

lunes, 17 de diciembre de 2007

LOS ANCIANOS NO QUERIAN QUE SE DESCUBRA SU CRIMEN


Los ancianos no querían que se descubra su crimen. Suena lógico. Todas las personas que cometen un crimen desean ocultarlo, al menos los que no están locos y ansían el manicomio.


Cuando planearon la forma de matarla, no habían pensado en coartadas ni falsos testimonios. ¿Y ahora qué? El cuerpo inerte de la enfermera yacía en su cama, los brazos colgando sin que los músculos los contraigan, y la palidez de su rostro aumentando segundo a segundo.

Pepe, el jefe de la pandilla, se sintió obligado a tomar una determinación:
-Podemos enterrarla – dijo inocente.
Camilo y Rosa se miraron descreídos: - ¿Enterrarla?-. Hasta ese momento su mayor problema había sido la artrosis, y la pastilla para la presión, pero nada de cadáveres o tumbas clandestinas. - ¿Dónde la enterramos?-
- En el jardín, donde el año pasado nos llevaban a tomar mate y a escuchar tangos
.
Rosa y Camilo estaban de acuerdo. Después de todo, no se les había ocurrido otra cosa.


Trasladar los cincuenta y cinco kilos de la enfermera, veinte metros hasta el jardín, resultó bastante dificultoso, pero considerando la artrosis y demás achaques de los ancianos, fue un éxito: - ¡Treinta y dos minutos con cuarenta y siete segundos! – cronometró Pepe.

Lástima que se equivocaron de puerta, y en vez de ir al jardín, aparecieron en la entrada, justo cuando el policía de la garita de la esquina intentaba conquistar a la portera.

Pobres. Los ancianos no querían que se descubra su crimen.

domingo, 16 de diciembre de 2007

LA VIDA DE LOS OTROS

2006: Oscar mejor película habla no inglesa. 2006: Premios del Cine Europeo: Mejor película, mejor actor (Ulrich Mühe) / Drama / SINOPSIS: El capitán Gerd Wiesler (Ulrich Mühe) es un oficial extremadamente competente de la Stasi, la todopoderosa policía secreta del régimen comunista de la antigua República Democrática Alemana. Pero, cuando en 1984 le encomiendan que espíe a la pareja formada por el prestigioso escritor Georg Dreyman (Sebastian Koch) y la popular actriz Christa-Maria Sieland (Martina Gedenk), no sabe hasta qué punto esa misión va a influir en su propia vida... (FILMAFFINITY)

Excelente, pero por favor no verla un domingo tipo siete de la tarde, con pensamientos suicidas, porque puede ocasionar que se materialicen. Trágica, tiene la belleza de la tristeza, sobrecogedora, difícil.

QUIEN DICE QUE ES FACIL?

SINOPSIS: Aldo (Diego Peretti) es un tipo de barrio. Es el dueño de un lavadero y lleva la misma vida desde hace años. Su casa está dividida en dos PH. En uno de ellos vive y al otro lo tiene en alquiler. Andrea (Carolina Peleritti) es una mujer de mundo. Es fotógrafa y busca una casa donde vivir con su futuro hijo, que nacerá en unos meses. Vecinos pero ajenos al mundo del otro, Aldo y Andrea se van encontrando extrañamente a gusto. Así comenzará una historia de amor capaz de derribar prejuicios. Y paredes…

Opinión constructiva: Buena, hacen falta películas argentinas de género, en esta caso una comedia romántica. Buen guión, bien actuada, muy divertidos los actores secundarios. Peretti ya nos tiene aostumbrados a destacarse, y la Peleritti es una gran actriz. En ciertas partes parecía un capítulo de alguna novela de televisión, pero creo que eso proviene de no estar tan acostumbrados a ver pelis sin pretensiones, con historias cotidianas, en nuestro idioma, y personajes identificables. Si buscamos algo entretenido y simpático, y no tenemos ganas de speek in english, es una opción copada.

RECUERDOS DE LA VIDA UNIVERSITARIA


Escribo y escribo. Leo, resumo, subrayo, aclaro.

Investigo, dudo, recuerdo, entiendo, prosigo.

Me detengo, descanso, café, retomo.

Estudio, retengo, me agoto, me duermo.

Despierto, reintento, no puedo, desespero.

Me aburro, muy obvio, me pierdo, reencuentro.

Pienso, considero, sonrío, adhiero.

Termino, me baño, viajo, llego.

Nervios, me llaman, preguntan, contesto.

Me trabo, muy rápido, tiemblo, tartamudeo.

Me calmo, la pego, se ríen, me aprueban… ¿APRENDO?

viernes, 14 de diciembre de 2007

ESCRIBIENDO

Frustración, impotencia, odio. Entre la hoja en blanco y mi creatividad, la nada absoluta., no hay conexión posible. Paso por los estados de ánimo habituales. Me enojo y destruyo lápices, abollo hojas y pateo la basura llena de mis intentos. Me angustio, desespero, insegura de todo, cuestionándome hasta llegar al llanto. En ese instante, entre lágrimas y puteadas, se me ocurre algo. Un bello primer momento de confianza ciega en esa idea, me da esperanzas y la rueda mágica comienza un nuevo giro.